Fármacos Ototóxicos
¿Que son y cuales son los fármacos ototóxicos más comunes?
Los fármacos ototóxicos son aquellos que causan efectos lesivos sobre las estructuras vestibular y coclear del oído. La toxicidad coclear que se manifiesta con acúfenos, pérdida de audición, y en ocasiones dolor en el oído, es más fácil de diagnosticar que la vestibular, que puede ocasionar vértigo, mareo, ataxia y nistagmus.
Los primeros casos de ototoxicidad se manifestaron tras la introducción en la clínica de la estreptomicina en 1944 y su aplicación en el tratamiento de la tuberculosis. Una gran parte de los pacientes tratados desarrollaron alteración vestibular y coclear, de carácter irreversible. Posteriormente la ototoxicidad también se demostró con otros antibióticos aminoglicósidos.
Actualmente se incluyen otros antibióticos, antineoplásicos derivados del platino, salicilatos, quinina y diuréticos potentes. El mecanismo de la acción ototóxica puede variar de un grupo a otro. También puede ser permanente o reversible, dependiendo del tipo de medicamento, dosis y duración del mismo.
Así, se sabe que los salicilatos, la quinina y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) causan mayoritariamente daño que cesa al suspender el tratamiento. En el caso de los antibióticos aminoglicósidos la sordera que producen, sólo es reversible en el 50% de los pacientes.
Los grupos terapéuticos más relacionados con los acúfenos y otras formas de ototoxicidad son:
Salicilatos.
La ototoxicidad se relaciona con la dosis administrada y normalmente es reversible. Cuando se utilizan a dosis bajas (tratamiento cardiovascular) no suelen causar acúfenos, excepto en pacientes especialmente susceptibles.
La aparición de acúfenos se ha relacionado con la administración de dosis elevadas de aspirina en el tratamiento de las enfermedades reumáticas. El tinnitus es un síntoma que precede a la sordera.
Antibióticos aminoglicósidos.
Pueden causar daño tanto coclear como vestibular, y el tipo de lesión varía según el antibiótico utilizado. Por ejemplo, la amicacina produce fundamentalmente daño coclear (que puede cursar con tinnitus y sordera), y la gentamicina y tobramicina se han relacionado fundamentalmente con daño vestibular, y en menor grado con lesión coclear.
La ototoxicidad se relaciona con un aumento de las concentraciones del aminoglicósido en el oído interno, por lo que se recomienda no superar las dosis y la duración del tratamiento recomendado en ficha técnica. Pacientes con alteración de la función renal, o a los que se administran otros fármacos que puedan alterar la eliminación renal o generar ototoxicidad, deben requerir una especial supervisión.
Los aminoglicósidos pueden administrarse en forma de gotas óticas, por lo que debe tenerse precaución especialmente en grupos de riesgo. Deben controlarse las dosis y la duración de los tratamientos.
Antineoplásicos
El principal grupo que puede causar ototoxicidad son los derivados del platino, especialmente el cisplatino y en menor grado el carboplatino y el oxaliplatino. Se ha documentado tinnitus y/o sordera. La ototoxicidad que producen es progresiva y presenta una incidencia elevada.
El tinnitus reversible puede ocurrir con dosis bajas.
La pérdida de audición parece ser dosis dependiente y esta afectada por otros factores como la edad, función renal y lesión ótica previa.
Diuréticos potentes.
La ototoxicidad sólo se ha presentado con dosis elevadas, y se ha documentado como irreversible cuando se han asociado con otros fármacos ototóxicos, como los aminoglicósidos. Quinina y cloroquina. Aunque la quinina no está comercializada en España se importa como medicamento extranjero y se utiliza en el tratamiento de la malaria.
Los daños ocasionados por ototoxicidad de medicamentos puede ser permanente, especialmente si se utiliza en dosis altas y tratamientos prolongados. Se ha descrito tanto tinnitus como sordera. En la tabla que sigue se describen todos los fármacos en que se ha descrito este efecto adverso, independientemente de la frecuencia en que se da.
Se incluye el principio activo, las marcas comerciales registradas en España, y el grupo terapéutico al que pertenecen. Hay que tener en cuenta, que muchas fuentes incluyen los acúfenos como una manifestación de la ototoxicidad, sin diferenciarlo específicamente. La fuente principal de esta revisión, Micromedex, especifica claramente esta diferenciación.
Factores que afectan la ototoxicidad
- Concentración de fármacos en el oído interno. Probablemente es el factor más importante en el daño ótico. Se ve influido por la dosis del fármaco, por la vía de administración, duración del tratamiento y por factores relacionados con su eliminación.
- Características del paciente. Algunas personas pueden presentar una mayor sensibilidad hacia los fármacos ototóxicos, por causas genéticas, edad avanzada, enfermedad renal o hepática, audiograma alterado, deshidratación, septicemia, etc.
- Asociación de fármacos ototóxicos. La potenciación de la ototoxicidad cuando se administran dos o más fármacos con este efecto adverso.
Es importante valorar el riesgo y el beneficio en todo tratamiento farmacológico, por lo que en ocasiones en que no hayan otras alternativas terapéuticas, puede ser necesario administrar un fármaco ototóxico en un paciente con tinnitus o sordera.
En estos casos es obligado tomar precauciones para reducir el riesgo de ototoxicidad, como por ejemplo, ajustar la dosis y la duración del tratamiento a las características del paciente y a su patología de base, así como monitorizar la función auditiva, controlando periódicamente, la posible aparición de acúfenos, vértigo, pérdida de audición, etc., antes, durante y después del tratamiento.
https://www.infoacufenos.com/2016/02/28/listado-de-medicamentos-ototoxicos/
Fuente: https://www.infoacufenos.com/2015/11/28/listado-de-medicamentos-ototoxicos-apa/